Estado de Excepción

Esto lo escribí en marzo y no sé porque no lo publiqué. Lo encontré está tarde en mis documentos del desktop de mi PC del trabajo y decidí publicarlo, aunque esté fuera de tiempo. Luego de que Ignaura despertó el avispero ayer no me queda más que apoyar la causa feminista y desgreñada.


ESTADO DE EXCEPCION

Estábamos en un rio, un hombre era perseguido por otros dos que amenazaban con matarlo (y era grande el arma blanca con la que pensaba hacerlo). El se escudo de una chica adolescente. Sobeida le dio valor, le pregunto que si se iba a dejar matar, lo sacó de ahí, le habló a los agresores con autoridad y cuando alguien se atrevió a decir: pero ese tiguere si es MAMITA, ella enfáticamente le aclaró: mamita no, el lo que es un PAPITO. Y lo dijo muy en serio.

Hoy es día internacional de la mujer. Muchos nos felicitan. Podemos sacar una lista de todas las mujeres que ostentan cargos de poder. Las que ganan los oscares. Las presidentes, reinas y princesas.

Sobeida, es la mujer más mujer que conozco y no solo por ser mujer sino por todos los matices que tiene como ser humano, es una delicia pasarse horas conversando con ella. Aprendiendo del tema de género, conociendo la participación de las mujeres en la independencia nacional y en muchos de los procesos históricos de nuestro país y América latina. Ah, y cocina buenísimo. Así que la delicia es doble.

Sin embargo, seamos claros, el problema de género es un problema económico. Las mujeres que dan pie a este día no son mujeres pudientes, fueron trabajadoras explotadas. La discriminación justifica una explotación sin límites, de los negros, de las mujeres, de los esclavos...Justifica que a nivel mundial nos paguen menos y trabajemos más. ¿Pero quién se beneficia? Las mujeres han gobernado por siglos, han marcado épocas (ejemplo, la reina victoria en Inglaterra y ni hablar de Margaret Thatcher). Habría que preguntarse de donde vienen esas mujeres. ¿Habría que preguntarse si el hecho de ser mujeres las hace mejores? La fiebre no está en la sabana.

A mí que no me feliciten, que no me traten en un estado de excepción. Que me valoren por lo que puedo dar, por mi capacidad. Que no me utilicen un lenguaje sexista, que no me traten como a una dama, que me traten como a una igual. Que no me ayuden con los quehaceres. Que entiendan que yo no ensucio sola. Que no me traten con el pétalo de una rosa. Que no me feliciten.

Ser mujer no es nada fácil. Somos abusadas, maltratadas, discriminadas…la casa es nuestra, la decencia es nuestra, los hijos son nuestros.

Dejemos el estado de excepción, dejemos la felicitación, enseñemos IGUALDAD.