Adios Vida Citadina

Uno asume los cambios o la vida lo empuja a uno a cambiar, o las dos cosas.

¿Cuando decir adiós a lo que estas acostumbrado? ¿Como vencer la incertidumbre de cual es la decisión correcta? ¿Que hacer cuando quieres hacer una cosa, y la otra también? ¿Por que tanto miedo para dejar todo y largarse?? ¿Por que dos y dos no son 4, cuando se trata de vivir?

Una pequeña muestra de las preguntas que me estresaron en los últimos días de enero y todos los días de febrero durante los cuales me debatí entre la opción de dejar la ciudad de Santo Domingo y venir a trabajar a Higuey a explorar nuevas oportunidades en el sentido mas amplio de la palabra.

El resultado de la decisión más pensada y repensada (al cuadrado) de mi vida, es obvio: resido en la zona de mayor desarrollo turístico del país: BAVARO-PUNTACANA.

En fin, ya me está empezando a gustar aquí aunque extraño mi gente, los días de cinemáteca, de cine, de casa de teatro...las tertulias improvisadas de swatt tropadom y el bullicio característico de mi casa. Uno valora más las cosas cuando las ve en perspectiva que es lo que ocurre al alejarnos.

A Caucedo, mi escuela, mi casa, le digo adiós. He dejado mi legado ahí y no me quejo. Cuando miro atrás veo que es bueno. A mis amigos de ahí (a pesar de la carta al coguerker-ver miorinal.blogspot.com) necesitarán más que unos cuantos Kms. para deshacerse de mí.

Todavía, cual exiliado, no soy de aquí ni soy allá…así que cada fin de semana todos los caminos conducen a Santo Domingo. A ver que me trae el barco en este nuevo puerto que he decido desembarcar.