El Amor, Los Hombres y La Vida

Anoche fue una noche especial. Una arepa que preparó Natalia fue el ambiente propicio para una reunión de mujeres. Primero hablamos de niñez de Kenia y sus negocios que incluyeron unos cursos de arreglos en globo en los cuales yo era su única alumna, por allá a los 13 ó 14 años, los diversos negocios en los que incursionó en su incipiente “emprendurismo” nos llevaron al bingo. Mi suegra, Natalia, y Elizabeth decían con tanta emoción como si lo estuvieran jugando, las maravillas del bingo y las ganancias que les había propiciado. Quedaron de armar uno, sobretodo para Gaby y yo quienes somos neófitas en el asunto. Yo por mi parte, resistí las embestidas de la energía de Isaak, no sin intentar irme en varias ocasiones porque pensé que iba a romper algo en la casa ajena; las mujeres me detuvieron. Así entre arepa, chocolate y jugo, llegamos al punto que llega toda conversación de mujeres que se respete: Los Hombres. Hombres altos, hombres bajos, hombres bellos, hombres feos, hombres buenos, hombres malos, hombres inteligentes…y como toda charla de hombres que se respete caímos en: La Infidelidad.

De la charla saqué la conclusión de que lo que más molesta a las mujeres de la infidelidad es que los hombres tengan hijos en la calle (un decir, porque de seguro se buscan una habitación para hacerlos jajaja). Es interesante, no?? No nos detuvimos tanto en el hecho de la infidelidad si no en el hecho de que no aceptaríamos ni criaríamos un vástago ajeno. Esto por las dos principales razones que yo considero la gente es tan perseguidora de las infidelidades y verbaliza tanto que dejaría a sus parejas por esta causa:

1. Motivos económicos. Tener una mujer en la calle (insisto que de seguro lo hacen en un cuarto, no sé por qué le dicen así) representa una erogación de dinero cuantiosa por las salidas y esas cosas. Antes este era el dinero en apariencia sólo ganado por los hombres. En estos tiempos, una infidelidad directa o indirectamente nos roba el dinero que nosotras producimos.

2. Desaprobación social: quedar mal públicamente es inaceptable. Las parejas se aguantan muchas cositas en privado pero arde Troya si están enfrente de un tercero. La idea de que los otros conozcan tu desgracia y que empiecen a hacer conjeturas de las razones es inaguantable.

Mi Mamá me lo decía cuando yo era chiquitita, el éxito de los matrimonios es saber si puedes convivir con los defectos del otro toda la vida. En la embriaguez del noviazgo creemos que la gente cambiará y luego viene la resaca del matrimonio, porque incluso cuando se da, el cambio es lento y demandante. Por lo tanto, antes de casarse, meterse en una relación o lo que sea hay que pensar si se pueden vivir con los defectos del otro, incluyendo su propensión a la infidelidad ¿Puede usted?